Un día entramos en clase y para nuestra sorpresa descubrimos:
HUELLAS extrañas que recorrían el aula.
Tras largas deliberaciones de qué hacer con ellas:
- Las quitamos que puede volver el animal cuando estemos en clase
- La dejamos que son muy bonitas... y a lo mejor le gusta nuestra clase.
- Si es un cachorro podemos cuidarlo en clase...
Entonces Ricardo comenzó a pisarlas una a una:
Podemos seguir las Huellas y contarlas y recorrerlas
y andar a cuatro patas como el animal que las ha dejado
para delate y para atrás
al entrar del patio o por la mañana o cuando estemos en el tiempo de juego libre
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